¿Cómo dialogan las memorias en diferentes momentos de la vida? ¿Cómo hacer de nuestra historia una obra de arte? Preguntas como estas fueron las que emergieron mientras se acompañaba a jóvenes y mujeres en la vereda Granizal.
Los procesos de sanación con ambos grupos fueron develando la necesidad de un encuentro entre historias y experiencias, para comprender que existía un elemento común y trascendental en ellos: el arte como elemento simbólico clave para resignificar la experiencia de vida. De esta manera se da el encuentro Arte y Memoria Intergeneracional, un escenario crucial para el intercambio de saberes y vivencias entre los y las jóvenes y las mujeres de la memoria en Granizal.
Contamos además con la participación de organizaciones sociales que se encuentran en el territorio, quienes pudieron conocer de cerca cada proceso. El Museo Casa de la Memoria también hizo presencia, reconociendo la apropiación de las mujeres con la exposición Esta Tierra es Nuestra adecuada a su Rincón de la memoria. Cada elemento se suma como dispositivo de memoria y los diálogos experienciales siguen demostrando que la paz se construye trascendiendo género, edad o posición social. La paz sigue siendo un acto de amor fraternal continuo.
Estas fueron algunas de las expresiones de mujeres y jóvenes sobre este encuentro:
Ellos quisieron palpar en sus lámparas sus talentos y formas de vida. Entonces mirando desde mi interior, proyectando a otros espacios, son nuestros seguidores nuestros nietos, y yo les dije: que ustedes sean la voz de quienes ya nos vamos acallando. Nosotras ya estamos mayores, pero este es un legado que nosotras les estamos dejando. Yo digo que estos chicos que están ahí son valientes y son capaces de enfrentar el mundo a otro nivel. ¡Felicitaciones! Mujer de la Memoria, Granizal.
De antemano felicito a todos los jóvenes que están acá porque la verdad es que hay mucho joven por la calle perdiendo el tiempo, y estos jóvenes han dedicado estos momentos para estar en estos talleres que son provecho para ellos y ejemplo para los que están por fuera. Porque lo que uno aprende aquí es para enseñarlo a otras personas. Mujer de la Memoria, Granizal.
Me sentí muy mal porque nos dijeron las historias de ellas y eran historias muy duras y muy tristes. Entonces yo les pregunté que si había disfrutado la juventud y me dijeron que no, que eran sirvientas, que eran esclavas, que les tocaba estar pendientes de los hermanitos, me dio mucha tristeza por lo que han pasado. Dijeron que están mejor ahora que antes, porque las situaciones cambiaron y sanaron. Estoy demasiado orgullosa de todas. Mujer joven, vereda Granizal.
El acto simbólico que acompañó el cierre de este evento fue mediante las siguientes palabras:
Gracias Dios, por la memoria que hasta hoy hemos tejido, por las generaciones que no olvidarán nuestras historias de resistencia.
Gracias por quienes hoy seguimos caminando con esperanza hacia la paz de nuestros territorios, hacia otras realidades y horizontes que vemos posibles en ti Jesús.
Amén.
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