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El teólogo Walter Brueggemann, en su celebre libro “Imaginación profética”, define esta como la capacidad de “propiciar, alimentar y evocar una conciencia y una percepción de la realidad alternativa a las del entorno cultural dominante”. Una imaginación de este tipo requiere transformar actitudes y creencias que afianzan el conformismo y acomodamiento (expresado en dichos como “siempre ha sido así”, “nada va a cambiar”, “así somos y así seguiremos siendo”).

En la Biblia, Moisés es quizá el profeta paradigmático por excelencia. En el relato que narra la liberación del pueblo hebreo esclavizado por el poderoso imperio egipcio (Éxodo 1 – 14), podemos identificar tres elementos que caracterizan esa imaginación profética.

• Primero, la critica expresada en el clamor y reclamo público de un pueblo esclavizado que reconoce su dolor y aflicción (clamor y reclamo no escuchado por el Emperador, pero si por Dios y su profeta);
• Segundo, la visión de alternativas que implicaban rupturas con la cultura dominante: una ruptura con la religión opresiva del imperio a la libertad de Dios, y de la política de muerte del imperio a una política de justicia y misericordia expresada en la ley de Moisés);
• Y tercero, dinamizar esa alternativa dando expresión a nuevas realidades (en este caso, la conformación de una nueva realidad sociopolítica llamada Israel).

¡Cuánto necesita Colombia este tipo de imaginación! Mas de 50 años de conflicto armado han significado el dolor y aflicción de 8 millones de victimas, y de una sociedad entera que pareciera ha naturalizado la violencia. En medio de este contexto, tu y yo, nosotros, estamos llamados a ejercer una critica que parta del escuchar – junto a Dios – el clamor y reclamo de las victimas; imaginar alternativas que reflejen la libertad, misericordia y justicia de Dios en comunidades que históricamente han sufrido la violencia e injusticia sistemática; y trabajar con esperanza para dinamizar nuevas realidades que sean signo y señal de la bondad de Dios. En definitiva, como señala Walter B., “la profecía arranca del hecho mismo de percibir cuan verdaderamente alternativo es Dios”.

Nuestro deseo, como Paz y Esperanza Colombia, es que pueda encontrar en este Boletín recursos que le ayuden a usted a ampliar su imaginación y creatividad en la construcción de una sociedad más justa y pacifica. ¡Juntos lo podemos hacer!

Yohan Álvarez

Director, Paz y Esperanza Colombia